sábado, octubre 16, 2010

Jon Foreman: ¿Qúe hay en una palabra?

Aquí les dejo la traducción de un blog que escribió Jon hace un tiempo. Acá pueden checkear el original.

Gracias a Todd por realizar tan buena traducción y siempre estar dispuesto a colaborar con este blog!

La comunicación es como el embarazo. En la mente de quien habla, un pensamiento se concibe, luego se habla, se oye, y por último da a luz a un nuevo pensamiento en el paisaje mental de quien escucha. Por ejemplo, cuando digo "árbol", una foto se construye en tu imaginación, una nueva forma de vida dentro de tu mente; una idea platónica de un roble o un arce aparece de la nada en tus pensamientos. Este ícono mental representa tu entendimiento de la palabra. (A propósito, esta palabra es completamente independiente de las intenciones de quien lo dice).

En muchas maneras, las palabras son metáforas que señalan los objetos que representan. La palabra "árbol" no es un arbol; es simplemente un símbolo para el verdadero objeto. Nuestro entendimiento del mundo está contruido sobre un juego de suposicones más profundo. El significado demanda significado. La razón demanda razón: 1+1=2, sólo cuando estamos de acuerdo con el significado de estos símbolos. Lo mismo es cierto para las palabras. Las palabras son nuestro marco de significado. Cada una es una metáfora llegando a algo más que su simple significado y articulación.

Las palabras tienen un poder increíble. Las palabras crean mundos. Las palabras que usamos nos definen y definen el mundo alrededor de nosostros. Forman nuestra realidad. Nuestras palabras determinan nuestras ideologías.

En India hay un grupo de personas que han sido opresionados durante unos 3000 años. Son llamados los "Dalit". Son relegados a los peores trabajos, limpiando cloacas y removiendo cuerpos de animales muertos de las carreteras, hasta estos animales son tratados con más respeto. Durante el transcurso del tiempo, a la identidad del grupo Dalit, (también llamados "Los Intocables"), se les ha quitado toda dignidad. "Han sido opresionados no sólo económicamente o físicamente, sino también ideológicamente" indicó Jean - Luc Racine y Josiane Racine, quienes dicen que la verdadera libertad vendrá cuando los Dalit se redefinan. Acorde a Jean Luc Racine y Josiane Racine la pregunta es, "¿Qué nueva identidad soportará el proceso de emancipación?"¹

Las palabras son las encargadas de la historia. Si la manera en que los Dalit utilizan la palabra "Intocables" se siente muy extranjera a nuestros oídos, examinemos entonces un par de palabras que tienen un significado racial en nuestras propias fronteras. Son palabras de las cuales me siento incómodo escribiéndolas. Mojado. Sudaca. Frijolero. Cholero. Quish. (Palabras despectivas hacia personas de cierta clase social o raza.) Estas palabras están embarazadas de una potencial increíble. Estas palabras no tienen una historia de tolerancia, aceptación, o compasión. No, estas palabras cuentan una historia de opresión -- de un paisaje de racismo y desconfianza. Sin el pasado, estas palabras no tienen connotaciones negativas. Aún así en nuestro paisaje histórico de esclavitud y vergüenza, estas palabras tienen poderosas implicaciones.

Las palabras son la fundación en las que construimos nuestras vidas. Esto es real aún para las palabras hermosas tal como Amor, Justicia, Honor, Verdad, Alegría, Paz, Redención, Felicidad, o Belleza. Estas palabras son hermosas, aún así son palabras que conocemos sólo en parte.

Hemos vislumbrado estas entidades en nuestro planeta, pero sólo por un momento. ¿Cómo podemos saber el significado de justicia en un planeta donde el cruel poder tiene la última palabra? ¿Cómo podemos conocer la paz si vemos el telón de cada vez más sofisticadas máquinas de guerra?

Hoy, miles de niños de seis años alrededor del mundo tienen hambre, y se preguntan cómo obtendrán su próximo tiempo de comida. Tragedia. En este momento, miles de niñas inocentes están siendo forzadas a prostituirse. Tragedia. En esta hora, millones de personas están muriendo por falta de acceso a agua pura. Tragedia.

Tragedia. Tragedia. Tragedia. Y aún así, si estos son simples hechos, ¿cómo podemos llamarlo trágico?

Hans Urs von Balthasar dice que la tragedia depende de nuestro sistema de creencias. "La unión de estas dos palabras, 'tragedia' y 'fe' es profundamente significante, porque lo que está roto en lo trágico presupone que tengamos fe en la totalidad inquebrantada."² Esperanza es creer en un mundo que aún no existe, una conseción hacia el reino de los cielos. Tener esperanza es creer que la vida podría ser mejor. Es en última instancia nuestra creencia en esta "totalidad inquebrantada" que permite el potencial de una tragedia. Porque sin esta esperanza, la tragedia ya no es tragedia -- es simplemente algo esperado. Sin una creencia que permita un mundo mejor, lo trágico es sólo un hecho.

Así que se nos ha dado una decisión en la orilla de estos dos mundos. La decisión entre angustia y esperanza. Estar en angustia es negar que la tragedia es tragedia. Estar en angustia es no creer en la tragedia y redefinirlo como aceptable, inmutable, incambiable. Tener esperanza es llamar a las injusticias y corrupciones exactamente lo que son: algo trágico. En contra de todas las probabilidades, en contra de todo lo que conocemos en este mundo, podríamos escoger tener la esperanza de tener un mejor mundo -- tener esperanza de que haya amor, paz, de que haya una forma de alegría y consuelo que nunca hemos llevado a cabo en su totalidad. Escogemos hablar estas palabras para llevarlas a la realidad.

Crear es cofirmar los cheques del creador. En las creencias Abrahamicas (Judaismo, Cristianismo, e Islam) el Creador habla para que las cosas existan. Luz, oscuridad, día, noche, agua, tierra, plantas y animales... son habladas para que existan. En las escrituras Hindúes, hay una historia similar de creación, en donde el comando verbal viene de Vishnu, "Crear el mundo." En todos estos sistemas de creencias, el Mundo tiene un poder tremendo. El significado Cristiano de la creación no hace virtualmente ninguna distinción entre Dios y la palabra en el principio. Juan 1:1 dice, "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios." (RV1960).

El artista es un puente entre la angustia y esperanza. El artista, más que nadie más, es responsable por la re-creación, re-definición y re-pensamiento del mundo alrededor de nosotros. Cada poema, cada canción, cada pintura tiene una posibilidad tremenda. Cada una de estas creaciones podría ser una carta de resignación a el mundo que es o una ventana a el mundo que no es. Cada poema/pintura/canción podría ser un vehículo a una nueva realidad, una en la cual el artista hace una parte no importa cuan pequeña sea. El artista pinta un mundo que entra en la existencia. El cuadro, la pintura, el pincel--estas conocidas magnitudes de existencia y realidad son herramientas para entrar a lo desconocido. Las notas de una canción son un puente de lo que es a lo que aún no es.

No escribo canciones cuando estoy feliz. Cuando estoy contento, llevo a mi esposa a cenar, me voy a surfear. Salgo con mis amigos y toco canciones ridículas. Pero cuando estoy deprimido, trato de poner mi vista en algo más allá de esta vida. Cuando estoy solo y nada tiene sentido y el mundo ha perdido su sabor busco notas y palabras que hacen que una nueva vida nazca dentro de mí.

¿Es un escape? ¿Es un mecanismo de adaptación? Talvez un poco, pero siento que es mucho más que eso. La canción se convierte en una esperanza desafiante. Una declaración que las injusticias y lo absurdo de nuestra postmoderna existencia no son la nota final. La música se convierte en una confesión de incredulidad en el mundo que me rodea. Un rechazo a creer que estas tragedias y horrores son el verdadero final. Una rechazo a aceptar la opresión de el Dalit como algo que no sea una tragedia. Se convierte en no aceptar que el niño de seis años que se muere de hambre no es una tragedia. La canción está escrita en defensa de un mundo más allá de este, en defensa de las Verdades que rara vez llegan a ser noticias de primera plana. Las palabras crean mundos.

¹ Dalit Identities and The Dialectics of Oppression and Emancipation in a Changing India: The Tamil Case and Beyond -Jean-Luc Racine & Josiane Racine
² The von Bathasar reader p. 92

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